¿Es el mezcal una bebida prehispánica o no? En los últimos años se ha discutido esta respuesta. Lo que se conocía con seguridad era que el delicioso pulque era enteramente prehispánico, presente como la bebida de los dioses, pero, ¿el mezcal y el tequila?.
Los nuevos alimentos en la canasta básica mexicana: por una evolución de la alimentación
México tiene un increíble legado desde su tierra: una alimentación insuperable; muy saludable. El campo mexicano ha sido generoso desde hace milenios. Incluso en la antigüedad, cualquiera podía sobrevivir a base de alimentos altamente beneficiosos como el maíz, el chile y los nopales, a lo cual hay que sumar el placer de comerlos de miles de deliciosas formas. Nombrar estos alimentos, tan atractivamente culturales como necesarios en una dieta equilibrada, hace pensar lo obvio:
Es urgente que México recupere su educación alimentaria.
Sí, esa con la que este país se nutrió y creció a lo largo de los siglos.
La forma como nos alimentamos depende de la confluencia de muchos factores; entre ellos están las tradiciones del país que habitamos. Pero si los legados culinarios no se cuidan, y los ingredientes ancestrales no se promueven, la dieta de una nación entera puede ir degradándose paulatinamente. Este ha sido el caso de México, que durante décadas ha experimentado una colonización alimentaria, fruto principalmente de la empresa privada.
Esta nueva alimentación empaquetada nos ha posicionado entre los países con más casos de obesidad y diabetes, e inclusive nos ha orillado, ideológicamente, a olvidar el campo (y todo lo que implica esta problemática).
Sí, la alimentación mexicana actual no es la mejor de todas, pero sin duda retomar esos valores culinarios de nuestra cultura antigua nos puede ayudar a evolucionar nuestros hábitos, estilo de vida y por supuesto, nuestra salud y bienestar colectivo.
Por todo lo anterior, hoy queremos celebrar en Ecoosfera que la nueva canasta básica ha incluido alimentos más saludables y algunos más mexicanos.
El gobierno de México acaba de agregar 17 nuevos productos a la canasta básica para zonas de alta marginalidad, la cual incluirá importantes cultivos que sin duda evolucionarán la alimentación en México.
Los 17 nuevos productos en esta canasta básica son:
- Carne de res
- Carne de pollo
- Carne de cerdo
- Pan
- Huevo fresco
- Pescado seco
- Agua purificada para leche en polvo
- Deshidratado de Jamaica, tamarindo y horchata
- Complementos alimenticios
- Garbanzos
- Chícharos
- Gelatina
- Frutas y verduras
- Cacahuate
- Ajonjolí
- Amaranto
- Chía
¿De qué productos ya constaba esta canasta?
- Maíz
- Sal de mesa
- Frijol
- Avena
- Arroz
- Pasta para sopa
- Azúcar estándar
- Harina de trigo
- Harina de maíz
- Chocolate en polvo
- Aceite vegetal comestible
- Galletas Marías y de animalitos
- Atún
- Jabón de lavandería
- Sardina
- Jabón de tocador
- Leche en polvo
- Papel higiénico
- Chiles enlatados
- Detergente en polvo
- Café soluble
- Crema dental
Los 3 cultivos clave de la nueva canasta básica
Si bien se agregaron tres nuevos tipos de carne a esta canasta básica –lo cual no es tan buena noticia para el planeta–, lo cierto es que muchos de los nuevos alimentos en ella son una fuente de proteína vegetal, y podrían ayudar a transformar radicalmente la forma en la que nos alimentamos. Te decimos por qué.
Amaranto
Desde hace años, el amaranto ha sido alimento de astronautas, siendo cultivado en el espacio. Según la ONU, es una de las mayores fuentes de proteína de origen vegetal, e indudablemente ha sido clave tanto para el aporte nutricional de generaciones enteras como en la creación de soberanía alimentaria en decenas de países del continente. Por eso, en octubre de 2018 se realizó en Puebla el Primer Congreso Mundial del Amaranto, a partir de lo cual se discutió la importancia estratégica de este cultivo, así como la necesidad de revalorizar la vida campesina y lo que significa para nosotros.
Ajonjolí
El ajonjolí es otra fuente de proteína, pero también es un potente antioxidante debido a sus altos niveles de fitoesteroles. Además, es ampliamente producido en México, lo que beneficiará a muchos pequeños y medianos productores de estados como Guerrero y Oaxaca –cuyos mayores clientes son, por ahora, algunas marcas de shampoo–.
Chía
Pocos lo saben, pero este cultivo era muy apreciado por las culturas prehispánicas. En los últimos tiempos ha cobrado relevancia, ya que su potencia nutricional es enorme. La chía contiene altísimos niveles de omega 3, hierro, fibra y proteína. Por eso la chía se usa, entre otras cosas, para mantener el peso correcto, ya que además proporciona saciedad. Y es muy fácil de incluir en una gran variedad de platillos.
Y por supuesto, las frutas y las verduras…
Sin duda, la alimentación en México evolucionará…
Que estos cultivos ancestrales hayan sido agregados a la canasta básica –la cual distribuirán las tiendas de la Seguridad Alimentaria Mexicana–, no sólo es una forma de resguardar nuestras tradiciones y nuestro patrimonio alimenticio. También es una forma de ampliar la conciencia colectiva sobre nutrición y promover nuevos y mejores hábitos.
Además, incluir cultivos como el amaranto puede ayudar a promover una ruralidad moderna, la cual haga atractiva la vida campesina para las nuevas generaciones en México. Esto, de acuerdo con la ONU, es clave para un futuro sustentable. Y no sólo en nuestro país, sino en el mundo.
Pero queda pendiente que esta ampliación alcance también a la canasta básica del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta canasta consta de 82 productos y es realizada a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares. No incluye amaranto, chía ni ajonjolí, lo cual demuestra que la mayoría de la población no consume estos superalimentos (y eso debe cambiar).
* Imágenes: 1) Puente México; 2, 3) CC; 4) Flickr treehouse1977
4 comunidades indígenas que defienden los recursos naturales en México
Una oportunidad para detener el actual movimiento hacia la destrucción de la naturaleza y la desigualdad es plantearse la ecología como una prioridad de base social. Al respecto, Víctor M. Toledo comenta:
México es una de las sociedades con los mayores (índices) de riesgo en el mundo, es el resultado de un conjunto de proyectos que bajo la ideología de la modernidad siembran la destrucción en la naturaleza y el ambiente casi de manera automática. La sociedad mexicana es testigo de la destrucción de nuestro ecosistema: extinción de fuentes de agua, desquiciamiento de equilibrios naturales, abatimiento o desaparición de especies, vegetaciones y paisajes, envenenamiento de aire, manantiales, suelos, alimentos, etcétera.
En la organización comunitaria y el buen uso de los recursos naturales podemos encontrar soluciones a la pobreza, la alimentación, los desastres naturales, el cambio climático, etc. Pero insistimos en malgastar nuestros esfuerzos en exigir y suplicarle, a aquellos que no desean cambiar las cosas, que lo hagan. El reto es: ¿por qué no cambiarlo nosotros?
Existen ejemplos a nivel mundial que están tratando de solucionar la crisis desde otra perspectiva, con una propuesta que se aleja del modelo de “desarrollo” actual siendo cada habitante partícipe activo del cambio, partiendo desde la base, que es modificar el estilo de vida. Representando un sistema alternativo que propone experiencias comunitarias de pequeña escala, intentando construir la sustentabilidad a nivel local en armonía con su entorno natural.
Toledo, en su colección de ensayos presentados en el libro Ecocidio en México: la batalla final es por la vida, estima que en el país el número de proyectos e iniciativas comunitarias alcanza los 1,040 en tan sólo cinco estados de la república: Quintana Roo, Oaxaca, Puebla, Chiapas y Michoacán. Aquí las comunidades locales desarrollan alternativas de vida mediante la articulación con la naturaleza, en defensa del territorio de proyectos mineros, hidráulicos, energéticos, turísticos, agrícolas, químicos y biotecnológicos (transgénicos) que ponen en peligro sus recursos naturales, cultura, memoria, historia, territorio, etcétera.
A continuación, te compartimos cuatro ejemplos de estas iniciativas:
* Cuetzalan, Puebla: Este modelo es un gran ejemplo de lucha contra la destrucción del planeta provocada por la civilización industrial. La Sierra Norte de Puebla es una región rica en recursos naturales, paisajes, cultura e historia. Ante la amenaza de proyectos destructivos de los recursos naturales y la cultura de la región, la comunidad logró detener un megaproyecto turístico en 2009 y la aprobación del Ordenamiento Ecológico de Cuetzalan (OE) para la defensa de su territorio, con lo que cualquier proyecto o iniciativa privada, internos o externos, están obligados por ley a proteger los recursos naturales de la zona. Además la organización Tosepan Titaniske (Unidos Venceremos, en náhuatl), reúne actualmente a más de 20,000 familias nahuas y totonacas en ocho cooperativas y dos asociaciones civiles, lo que la convierte en un referente de organización comunitaria a nivel nacional e internacional.
* Comunidades indígenas de Cherán (purépecha) y Donaciano Ojeda (mazahua), Michoacán: Impulsan proyectos productivos, forestales, agroecológicos, sociales y culturales para beneficio de sus comunidades. La comunidad indígena de Donaciano Ojeda es un ejemplo de compromiso con el manejo forestal sustentable, y cuentan con reglamentos internos de uso y manejo de recursos naturales que han sido reconocidos a nivel regional.
* Nuevo San Juan, Uruapan: Durante más de 30 años han logrado consolidar un proyecto de autogestión basado en la democracia participativa, la conservación de los bosques y el rescate de la cultura y la historia. Nuevo San Juan es un referente nacional e internacional de control comunitario de los recursos naturales que ha permitido elevar la calidad de vida de sus habitantes. Un ejemplo exitoso es esta cooperativa.
El caos global, que sacude cada vez con más frecuencia a las sociedades, siempre es doble: ambiental y social. Según John Ackerman:
Las grandes crisis suelen generar ideas profundas (…), es por eso que nos encontramos en un momento en México y el mundo, ideal para imaginar y construir nuevas coordenadas para la acción y la esperanza.
La iniciativa y la organización comunitaria pueden hacer el cambio para garantizar el uso responsable de nuestros recursos naturales, conservar nuestra cultura y mejorar nuestra calidad de vida. No existe diferencia entre comunidades rurales y urbanas, podemos inspirarnos en casos como estos, que son algunos ejemplos de innumerables muestras de que la organización y el bienestar social están ligados directamente al cuidado de los recursos naturales.
Estamos en un momento de la historia en el que no hay vuelta atrás: es indispensable tomar conciencia de nuestra especie, recobrar el sentido de origen y nuestra pertenencia al mundo de la naturaleza. Restablecer un comportamiento solidario con nuestros semejantes (todos los organismos que forman parte del ecosistema) y edificar una ética de la supervivencia basada en la cooperación, la organización, la comunicación y la comprensión. ¿Para salvar el planeta? No. Para nosotros mismos, para ser más felices en nuestro día siendo coherentes con nuestras ideas, empáticos con lo que nos rodea y orgullosos de la realidad que estamos construyendo.
Te invitamos a conocer las distintas propuestas y organizaciones que formamos parte de la Red Ambiental Mexicana y sumarte a la que empate más con tus prioridades, pero sumarte al fin, que es la única manera en la que desde la sociedad civil podremos construir esa realidad que queremos y de la que nos enorgullezca formar parte.
7 claves para que México sea un país sustentable
Para que México sea un país sostenible es necesario un esfuerzo conjunto. El desarrollo sustentable no sólo abarca el concepto amplio de desarrollo respetuoso con el medio ambiente, sino que también se centra en el desarrollo socialmente justo. Una sociedad más justa se puede alcanzar contribuyendo desde formas individuales, y exigiendo de las instituciones acción y conciencia en este rubro.
Nuestro país es una región megadiversa. Según el Environmental Performance Reviews de la OECD, “se estima que en México se encuentra representado el 12% de la diversidad terrestre del planeta. Ocupa el primer lugar en el mundo en riqueza de reptiles, el segundo en mamíferos y el cuarto en anfibios y plantas”. ¿No crees que vale la pena preservar tan importante patrimonio? Podemos hacerlo aprendiendo más sobre sustentabilidad, y la educación formal e informal es un fuerte catalizador.
El bienestar de futuras generaciones
El concepto de desarrollo sustentable (o sostenible) remite al propósito de mejorar los modelos de producción, a modo de satisfacer las necesidades actuales, sin comprometer el bienestar de las generaciones futuras debido a un manejo inadecuado o irresponsable de los recursos existentes. Los objetivos que comentó el director del Earth Institute de la Universidad de Columbia, Jeffrey Sachs, para que México tenga un desarrollo sostenible, son:
Acrecentar el bajo uso de energías renovables, romper con el alto nivel de desempleo, superar el poco uso de Internet y combatir la alta inseguridad que impera en el país; además de lograr algunas de las metas establecidas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre las que se encuentran: ganar el combate a la obesidad, aminorar la alta desigualdad e incrementar la investigación.
Así, para asegurar el bienestar de futuras generaciones es necesario hacer elecciones más conscientes desde ahora, atender nuestro presente.
El desarrollo sostenible es un compromiso que tanto los países avanzados como los rezagados consideran prioritario. A continuación puedes ver una lista sucinta de las claves para que México sea un país sustentable junto con las demás naciones:
1. Uso responsable y eficiente de recursos, principalmente el agua. A veces parecen obviedades, pero no está de más recordar que el agua es vital y que el tratamiento de aguas negras es fundamental para proteger ríos y mares, así como para el campo y la salud pública en las ciudades. En este rubro, la capital mexicana es un ejemplo de descuido y uso desmesurado del agua, dejando de lado que se trata de una urbe que consume este líquido desde otras regiones aledañas (como es el caso de la cuenca Amanalco y el Valle de Toluca), donde muchas otras localidades no cuentan con la cantidad básica de agua. Este es, sin duda, uno de los problemas más graves en México y a nivel mundial. Al país le urge tomar medidas inmediatas, tanto para hacer conciencia en la población como para emitir soluciones sostenibles a la escasez de agua, por ejemplo, con el uso de nuevas tecnologías que captan el agua de lluvia.
Por otro lado, es bien sabido que la empresa privada lidera el mayor consumo y contaminación de agua en el país. En este contexto, el gobierno mexicano debe emitir medidas contundentes y coercitivas para detener el problema, y no permitir que las transnacionales acaparen este recurso natural que pertenece a la población.
2. Uso de energías verdes y tecnologías limpias. Para reparar los daños que causa la contaminación, las tecnologías limpias deben incorporarse y ser asequibles para más y más habitantes. La energía solar, eólica, e incluso la energía nuclear bajo altos estándares de supervisión, pueden ser una alternativa a los combustibles fósiles. El gobierno mexicano debe priorizar el uso de energías limpias en el sector público, y exigir a la empresa privada que reduzca su impacto ambiental al mínimo con el uso de tecnologías inteligentes, así como verificar que se hagan efectivos los bonos verdes. La empresa privada es uno de los agentes mas contaminantes de los ecosistemas en México; urge priorizar su revisión y adecuación hacia un futuro sostenible.
3. Protección de comunidades regionales y de la biodiversidad. El cambio climático impone retos para preservar tanto el patrimonio natural como humano de algunas culturas indígenas, quienes muchas veces viven de la agricultura y los bosques, y al alterarse los ecosistemas o estar más vulnerables a desastres naturales, su subsistencia se ve afectada. Por otro lado, son las etnias indígenas y las comunidades locales quienes, en su mayoría, preservan la biodiversidad de su territorio, con cuidados ancestrales o técnicas innovadoras y sustentables en conjunto con las autoridades locales. A México le toca reforzar estas prácticas sostenibles que están liderando las localidades, haciendo uso de las leyes correspondientes para beneficiar a estos grupos.
4. Reciclaje. Hace falta darle un mayor peso a la separación de basura y el reciclaje, pero sobre todo hace falta fabricar más cultura en torno al tema. Reutilizar materiales de uso masivo (plástico, cartón, fibras sintéticas, etc.) es fundamental para la sustentabilidad. Clasificar los residuos y restringir el consumo de productos no biodegradables es algo en lo que todos podemos contribuir. En el caso de la Ciudad de México, grandes cantidades de basura se infiltran por las redes del alcantarillado, provocando masivas inundaciones. En las costas, existen muchas playas cuyos tóxicos por contaminación de basura son altos, sin mencionar que la cantidad de plástico que inunda los océanos podría llegar a ser mayor que el número de peces para el año 2050. Las consecuencias van desde riesgo de especies en extinción hasta intoxicación humana por consumo de animales marinos.
5. Reparación de daños al medio ambiente. No basta con pensar a futuro. Resarcir y reparar los daños en algunos hábitats aún es posible, al igual que rescatar y proteger especies animales, así como plantas. Para ello el rigor científico es definitivo; se debe involucrar a especialistas en iniciativas privadas y gubernamentales y asesorar a la comunidad para salvar especies, proteger ecosistemas, reforestar o devolver la vida a los suelos degradados, entre otras muchas acciones ambientales donde todo ciudadano puede estar involucrado.
6. Mejorar la calidad de vida de la sociedad. Como ya habíamos mencionado, sin educación, formal e informal, la calidad de vida se pone anémica. Es decir, tanto en la escuela (sin importar el grado de escolaridad) como en otros espacios de diálogo e intercambio de información, la calidad de vida sostenible debe ser una aspiración legítima para cualquiera, sin importar la clase social.
7. Retomar, impulsar y proteger el campo. Sin duda, el paso máximo de México hacia la sustentabilidad reside en el campo. Una práctica milenaria, la fuente de alimento de millones de personas y un sector que enfrenta numerosos retos en cuanto a calidad y apoyo a la industria local. En este contexto, el gobierno mexicano debe implementar medidas de apoyo e impulso a la producción local, es decir, a las comunidades que viven de esta práctica. Por otro lado es primordial hacer énfasis en el consumo responsable, privilegiando los productos locales, artesanales o con el sello Hecho en México, empoderando de esta forma la producción nacional a pequeña y gran escala.
El tianguis: lugar de encuentro prehispánico y de creación de identidad
La conformación de la sociedad es en esencia un canal de supervivencia: tanto físico como afectivo. El hombre ha debido aceptar su “dependencia” a la sociedad, considerando lo complejo que es subsistir aislado –ello sin mencionar que somos gregarios por naturaleza. En la sociedad existe la diversidad, de oficios, productos y servicios, y en esta amalgama es posible satisfacer necesidades básicas que resulta prácticamente imposible abastecer de manera individual.
Por ello el intercambio ha sido parte de la historia de la humanidad. Por medio de este los individuos se hacen de servicios o productos de los cuales se carece y, al disponer de otros, se genera un valor que promueve este intercambio.
En el México prehispánico el trueque fue el método más generalizado para hacerse de productos y servicios –aunque sobre estos últimos existieron importantes modelos colaborativos en los que la comunidad se involucraba para resolver las necesidades de un miembro y luego este formaba también parte de las labores cuando otra persona de la comunidad lo requería. Entre los nombres de estos tipos de colaboración están: el tequio y el ipalnemohuani, por mencionar solo un par.
Aunque generalmente el comercio se hacía simplemente por medio del trueque, también habían monedas aceptadas como el cacao, las mantas o las hachas de cobre. Y el sitio por excelencia donde en diversas partes de Mesoamérica las personas confluían para hacer estos intercambios comerciales eran los tianguis, cuya palabra proviene de tiānquiz(tli), que significa mercado.
Tan eran imprescindibles los tianguis en la cultura mesoamericana, que cuando los españoles llegaron a Tenochtitlán, y vieron en el de Tlatelolco a más de 60 mil personas en actividad comercial (y cultural) supieron de inmediato que la ciudad sería tomada solo cuando fuera también sitiada esta plaza.
Los tianguis eran un lugar determinante de reunión. Allí de algún modo se conocía la biodiversidad de tierras lejanas, de lenguas, de creencias. También allí se reafirmaba la identidad, o bien, se nutría de otras influencias.
Era tan importante, que, por ejemplo en Tenochtitlán, a los días de tianguis asistía un consejo encargado de resolver las disputas mercantiles. Se congregaba en torno a ellos tal cantidad de gente, que se hacía indispensable un aparato de justicia presente y contundente en un evento de esta envergadura. Según nos narra la investigadora de la Universidad Autónoma de Campeche, Pascale Villegas, en su artículo Del Tianguis Prehispánico al Tianguis Colonial: Lugar de Intercambio y Predicación (Siglo XVI):
Una de las constantes en los escritos de los primeros conquistadores que visitaron México-Tenochtitlan guiados por Moctecuzoma y los suyos, fue la admiración que sintieron cuando a la vuelta de una de las calzadas toparon con la gran plaza del mercado de Tlatelolco. Cortés y el Conquistador Anónimo, dos de los testigos oculares, no esconden en sus escritos su estupefacción, se quedaron boquiabiertos ante el número incalculable de personas reunidas. Los primeros testigos oculares avanzan la cifra de entre 40 000 y 60 000 personas. (Cortés, Cartas de Relación, Segunda Carta: 63).
También, como eran tan importantes, incluso luego de la conquista, los españoles levantaron centros religiosos cerca de estos mercados. Hoy los tianguis continúan siendo imprescindibles en la cultura mexicana: un estudio del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) de 2015 arrojó que hasta el 65% de los mexicanos considera que las frutas, verduras, carnes y pescados son de mayor calidad y “más frescos” en los tianguis y mercados en comparación con los supermercados.
Según estudios de la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Amalia Attolini Lecón, aún hoy existen tianguis cuyo origen fue prehispánico, como el caso del mítico mercado de la hermosísima Cuetzalan (Puebla); Tianguistenco y Otumba (Estado de México); Tenejapa y San Juan Chamula (Chiapas); Chilapa (Guerrero); Zacualpan de Amilpas (Morelos) o Ixmiquilpan (Hidalgo).
La cultura de los tianguis permitió el intercambio de ideas y la confluencia de sociedades disímiles; hoy aún los asociamos con productos de la región, los vinculamos a México, incluso al México Profundo; son una ventana al mundo rural y artesanal, también a la biodiversidad. Jamás será lo mismo la experiencia comercial en un tianguis que en un supermercado, y es que aquí confluyen épocas, usanzas arraigadas y la diversidad social del país.
“Ir al tianguis” es una invitación a la identidad, a la cultura desde el comercio cuando se mira desde el valor de lo ancestral, lo cotidiano, lo diverso: esta última es su exquisita constante.
Y también, comprando en un tianguis se fortalece al mercado interno, lo que conlleva a una economía más sólida, menos dependiente de otros países.
*Imágenes: 1) La Gran Tenochtitlán, mural de Diego Rivera en el Palacio Nacional; 2) Fragmento de la maqueta que representa al Mercado de Tlatelolco en el Museo Nacional de Antropología e Historia
Autor: https://twitter.com/AnaPauladelaTD
7 simples sugerencias para proteger y fortalecer a México
Hoy México enfrenta una encrucijada fundamental. Con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, así como diversas circunstancias sociales y económicas, pareciera que más allá de la amenaza “Trumpiana” en realidad nos encontramos ante una oportunidad inmejorable para cerrar filas, repensarnos como mexicanos y unirnos.
En caso de lograrlo, de ser capaces de actuar de forma coordinada, empática y apostando por el bienestar compartido, México podría salir de esta coyuntura más fortalecido y mejor parado que nunca. A continuación de compartimos siete recursos que tenemos todos a la mano y que podrían ayudar mucho a aprovechar esta oportunidad histórica.
¿Contamos contigo?
Para la soberanía alimentaria
México es de algún modo el inventor del maíz. Por milenios los indígenas pudieron mantenerse sanos solo con la triada frijol, calabaza y maíz en gran parte por su invento de la nixtamalización (una mezcla de cal con maíz para hacer masa) que potencia las propiedades del maíz. Asegúrate que las tortillas que compras sean de maíz nixtamalizado, mexicano, y no de harina de maíz importada (la cual, por cierto, suele ser transgénica). Puedes ayudar a salvar el maíz también apoyando campañas como esta y en general, el consumo de productos cultivados o producidos en México, ayudará a fortalecer la economía interna y a promover la soberanía alimentaria.
Para la economía
Compra productos locales, sobre todo en tianguis, mercados y tiendas de la esquina comunes (aquí encontrarás un directorio de tianguis y mercados orgánicos de México). Recordemos que mientras más local compres, se suele estar más lejos de los transgénicos, por ejemplo, y apoyas a pequeños productores. Localiza cooperativas de todo el país donde los campesinos venden sus productos certificados, de manera sustentable y sin pagar a intermediarios, y en general privilegia los productos mexicanos a la hora de decidir tus compras. También, en este plataforma digital puedes hallar productos de hasta 70 mil marcas nacionales.
Apoya una causa
Aunque puede resultar ridículo, en ocasiones, solo hasta que pasa un fenómeno como este tipo nos decidimos a hacer comunidad. En México la ciudadanía es aún deficiente, muy pocas personas están involucradas en alguna causa comunitaria. Como dice Kumamoto, identifica tu pasión (música, deporte, etc.,) y únete a algún esfuerzo colectivo por mejorar este rubro.
En lo social
No discrimines, sé amable y practica el civismo, . Si tienes contacto con algún migrante no lo juzgues y si puedes ayúdalo, recuerda que así como los mexicanos van a Estados Unidos (la mayoría por necesidad) estas personas solo están buscando una vida mejor, algo que probablemente tú harías si estuvieras en su situación.
Infórmate sobre el México actual
Más allá de nacionalismos anacrónicos es importante conocer sobre el talento de las personas de tu propia nacionalidad, incluso como cultura general. Ello genera un cierto sentido de pertenencia, que, aunque no lo creas, genera cohesión social. Hay mexicanos destacando en las ciencias, haciendo revolucionarios inventos ecológicos, sobresaliendo en la gastronomía internacional, en el mundo del arte, o bien, rescatando una mentalidad que nos acerca con la naturaleza y nos lleve a una vida más sencilla.
Viaja por México
Al viajar hacemos una derrama económica importante. También, México se encuentra entre los 5 países más megadiversos del mundo y su apabullante diversidad hace que simplemente cambie tu percepción sobre el valor del país. No dejes de visitarlo, y cuídalo.
Defiende su naturaleza
La mentalidad de “desarrollo” en las esferas de poder desde hace más de 30 años apunta por un crecimiento económico pese a la destrucción de la naturaleza, un absurdo absoluto. Únete a campañas, aunque sean digitales, para proteger la naturaleza del país; muchas de ellas han sido muy útiles.
Declaran al amaranto como alimento estratégico para México
El pasado viernes 10 de febrero se llevó a cabo el Segundo Congreso Nacional del Amaranto en el Palacio Legislativo de San Lázaro, mismo que fue convocado por el Grupo de Enlace para la Promoción del Amaranto en México y la Cámara de Diputados y; con el objetivo de analizar y evaluar la situación actual, las perspectivas y retos de la cadena productiva del amaranto para generar políticas públicas para su desarrollo y fortalecimiento sustentable, logrando al mismo tiempo su reconocimiento e importancia como elemento fundamental de la seguridad y la soberanía alimentaria.
Durante el evento se contó con la participación de más de 350 personas de diversos estados de la república mexicana quienes estuvieron atentos en las 4 mesas que se desarrollaron a lo largo del día donde se trataron los siguientes temas:
- El Amaranto en la Seguridad y la Soberanía Alimentaria
- Estrategias para la promoción del cultivo y consumo del Amaranto
- Desarrollo de la investigación y la innovación en la cadena de valor del Amaranto
- Políticas públicas y marco legal para la protección de las especies.
Los paneles contaron con la participación de distintos productores, transformadores de amaranto al igual que especialistas en los temas que dieron pie a una nutrida discusión con el público presente.
Al finalizar el Congreso se realizó la Declaratoria del mismo en la que se resaltaron los siguientes acuerdos:
- El grupo de enlace para la promoción del amaranto en México, los legisladores del grupo parlamentario de MORENA, productores, miembros de la academia, transformadores y otros actores de la cadena de valor, reconocemos el amaranto como un bien biocultural que tuvo gran importancia, agrícola y alimentaria para las civilizaciones mesoamericanas y que tiene hasta nuestros días.
- Los que suscribimos, hacemos el compromiso de posicionar el amaranto como un grano estratégico para fortalecer la soberanía alimentaria de México.
- Reconocemos que las instituciones de educación e investigación públicas en nuestro país cuentan con recursos humanos altamente capacitados y con amplia experiencia para poder impulsar la investigación e innovación como un eje transversal a lo largo de la cadena de valor, por lo que demandamos se canalicen los recursos públicos para el desarrollo científico y tecnológico hacia proyectos que aprovechen de manera sustentable y saludable los beneficios que ofrece el amaranto.
- Impulsaremos y Fomentaremos el diseño y aplicación de recursos en programas de subsidio para producción primaria, transformación, distribución, comercialización y consumo del amaranto.
- Fortaleceremos la economía regional por medio de la comercialización del amaranto a través de las estructuras preponderantemente de gobierno, a efecto de inducir el consumo interno.
- Propiciaremos la inclusión del amaranto en los siguientes ordenamientos que se mencionan de manera general mas no limitativa con fundamento en el párrafo tercero del artículo cuarto constitucional que a la letra dice: “Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”
- Ley General de salud
- Ley de desarrollo rural sustentable
- Ley de Desarrollo social
Dicha declaratoria fue suscrita por Mauricio del Villar Zamacona como Coordinador del Grupo de Enlace para la promoción del Amaranto en México y por l@s diputad@s federales Blanca Margarita Cuata Domínguez, Norma Xochitl Hernández Colín y Rodrigo Abdala Dartigues en representación del Grupo Parlamentario de Morena.
“Es momento en que el Amaranto retome el lugar de importancia que ocupaba en la época prehispánica y que los legisladores al igual que los diferentes niveles de gobierno lo reconozcan como un alimento y un cultivo estratégico que puede contribuir a mejorar las condiciones agrícolas, alimentarias y de salud por las que atraviesa el país”, manifestaron los integrantes del Grupo de Enlace para la Promoción del Amaranto en México.
Con información del Grupo de Enlace para la Promoción del Amaranto en México.
Esto es todo lo que ocurre cuando consumes productos mexicanos en lugar de extranjeros
La economía es una estructura comunitaria. Cada decisión que tomamos con respecto a nuestro consumo de bienes y servicios, afecta la manera en que nos desenvolvemos como colectividad.
Consumir productos mexicanos es una forma de reforzar la economía interna, pero ese no es el único beneficio ligado a esta decisión. Pongamos sobre la mesa el hecho de que las pequeñas y medianas empresas son la médula espinal de la economía local. En ese sentido, no se trata de que dejes de consumir productos importados por completo, en tu día a día puedes intercambiar casi todas las cosas por sus versiones hechas en México y por pequeños productores o productores artesanales.
La calidad de lo Hecho en México
Hay bienes y servicios mexicanos de muy buena calidad y cada vez hay más opciones ligadas al comercio justo y sustentable con el medio ambiente. Al elegir lo hecho en México, y sobretodo al privilegiar con tu consumo aquellos productos mexicanos de mayor calidad, estás impulsando el perfeccionamiento de la producción nacional: a fin de cuentas contamos con el talento y la calidad de insumos suficientes para producir cosas con los más altos estándares de calidad. Así, al elegir productos mexicanos antes que los extranjeros, estas activando un engranaje que tiene consecuencias en múltiples niveles.
Comprar local es definitivamente más sustentable.
1. Transportar bienes es una forma de producir emisiones de gases de efecto invernadero que puedes evitar.
2. Al comprar local estás apoyando el consumo de materias primas locales. Así no se benefician solamente los que te venden, también las comunidades que explotan sus propios recursos.
3. Cuando compras local es mucho más fácil rastrear la historia de lo que estás consumiendo y puedes asegurarte de consumir productos que utilicen materias orgánicas, obtenidas sin dañar al medio ambiente y sin aprovecharse de los trabajadores o los dueños de de esas materias primas.
El consumo consciente como herramienta de conservación natural y cultural
México posee una desbordante riqueza natural y cultural, lo que se traduce en una vasta diversidad de insumos y técnicas de producción. Al comprar lo hecho en México, en especial lo generado por pequeños productores, apoyase esta diversidad y promueves su conservación –tanto de insumos naturales como de técnicas tradicionales.
Comprar local también es una forma de reivindicar tradiciones, creencias, símbolos y líneas culturales que se han estado abandonando para seguir la tendencia que dictan los mercados. Mientras que es muy relevante que al comprar local estás promoviendo una economía interna sólida, mucho menos vulnerable a las crisis, también estás reviviendo prácticas mexicanas que podrían estar al borde de desaparecer.
Distribución de la riqueza
Al comprar local no sólo estás apoyando a las PYMES y a los pequeños productores. Esto facilita una mayor distribución de la riqueza lo cual a su vez permite que más mexicanos vivamos en mejores condiciones económicas. Cuando compras local y, como criterio complementario, cuando compras a productores pequeños y artesanales, estás apoyando el movimiento de distribución equitativa de la riqueza económica.
Una forma sencilla de empezar a consumir mexicano,
Asegúrate de que todo lo que comas sea producido en México y que, si te es posible, sostenga la vida digna de otros mexicanos, y no dañe al entorno. Te invitamos a que también dediques una buena porción de tu consumo de alimentos en el mercado o en puestos callejeros, a pequeños productores, artesanos, es una forma de apoyar la vuelta al campo y, por lo tanto, la autosuficiencia alimentaria. En México las sociedades que son agricultores de tradición están decayendo, pero no es difícil traerlas de vuelta.
De la chinampa a tu cocina: 4 geniales iniciativas de comercio justo en línea
La conciencia sobre lo que consumimos está adquiriendo nuevas dimensiones de importancia. En muchos sentidos, es una declaración política, pues consumir es financiar una práctica y a las creencias que la sostienen.
Por ejemplo, si prefieres la comida industrial, envasada, transportada por grandes distancias y hecha por empresas trasnacionales que no necesariamente tienen un compromiso auténtico con el medio ambiente y que probablemente pagan poco a sus empleados, lo que compras y sostienes, son las políticas de estos grupos privados.
Por otro lado, cuando te animas a comer delicias locales, cultivadas con métodos tradicionales y ecológicos —como la chinampa— y cuya compra beneficia realmente a los productores, que son por cierto parte de las comunidades vecinas, estás generando un auténtico cambio y apoyando una valiosa resistencia.
- Fotografía: Lauren Kilroy
Comer así —rico, sano y sustentable— es vital. En México el sector campesino es la clave no sólo para afianzar nuestra seguridad alimentaria, también para mantener vivas a algunas especies en peligro de extinción (como el maíz nativo) y ecosistemas esenciales (como las chinampas y las milpas), incluso para combatir el cambio climático y rescatar nuestra diversidad.
Aunque, a veces, nuestros ritmos de vida dificultan que pongamos las manos en acción, que cultivemos nuestra comida o que simplemente nos lancemos a los mercados. Por suerte, en México hay geniales iniciativas de comercio justo y sustentable en línea que te harán esta práctica urgente muy sencilla. Te presentamos algunas.
Club Yolcan
- Fotografía: Serge Saint
La idea central es que tengas acceso a “la cosecha más fresca de la CDMX”. Los productos que distribuye Yolcan vienen de las chinampas en Xochimilco y otras huertas cercanas a la capital, hasta tu mesa. Tu canasta semanal, que viene bien surtida entre frutas, verduras y algunas plantas comestibles, puede ser recogida en distintos puntos de la ciudad.
Algo increíble de su propuesta es que los alimentos incluidos en la canasta varían de acuerdo a la temporada, lo que te permite empatar tus ritmos con los del campo mexicano y descubrir deliciosos ingredientes endémicos que, tal vez, no conocías.
Además de elegir el tamaño de tu canasta (hay individuales, para parejas y familiares), puedes incluir otros ricos productos orgánicos como miel, queso y tortillas. Visita Yolcan aquí.
El Buen Campo
- Imagen: Culinary Backstreets
Este colectivo de productores y comerciantes ofrece alimentos orgánicos o agroecológicos. Su misión es asegurar el comercio justo con el campo. Ellos distribuyen en la Ciudad de México, pero también en algunas partes del EDOMEX.
El sistema es similar al de Yolcán, tú te suscribes a una canasta semanal que viene con productos de la tierra diversos y de temporada y puedes agregar algunos adicionales (como tortillas, queso, café); la diferencia es que ellos pueden hacerte entregas directamente a tu domicilio (por un precio adicional) y que sus políticas de cancelación son un poco más flexibles. Conoce El Buen Campo aquí.
Almatierra
- Imagen: Revista El Conocedor
El equipo de Almatierra declara que cosechan alimentos “con formas imperfectas y nos sentimos orgullosos de ellos, porque aunque algunos tengan formas caprichosas, son realmente sabrosos y sobre todo nutritivos.”
Lo que te ofrecen es completamente natural, no contiene saborizantes o colorantes artificiales, ni conservadores. Además seleccionan a los productores por su “ideología”, por la forma en que cuida su parcela o alimenta a su ganado. Sin duda la dimensión ética de su práctica es muy importante.
Recibe sus canastas a domicilio y agrega también distintos productos adicionales. Visita su sitio web.
La canasta verde
Este proyecto ofrece una línea de productos artesanales, de comercio justo y que apoyan a microeconomías familiares. Además, están elaborados por mujeres madres de familia y cooperativas solidarias. Si quieres conocer a los productores, puedes acudir a una visita a las parcelas y zonas de producción, para darte un llegue con este precioso esquema de vida y comercio. La canasta verde hace envíos a domicilio. Haz tus pedidos aquí.
¿Sabías que el mezcal es una bebida prehispánica?
En la Historia General de las Cosas de la Nueva España, Fray Bernardino de Sahagún narra cómo escuchó entre los españoles el término mezcal, refiriendo que se trataba de un aguardiente fuerte. Sin embargo, jamás se especifica si su nacimiento se hizo clandestinamente y como consecuencia de la Colonia, como se cree ocurrió con el tequila, aplicando las técnicas de destilación de herencia árabe y la tradición indígena.
La pregunta ha sido cabalmente resuelta. Investigadores del UNAM en el 2004 habían encontrado un horno olmeca xicalanca que conservaba restos de maguey sancochado, cerámica y tubos de carrizo y quiote (el corazón seco del agave), presumiblemente utilizados en la destilación del jugo vaporizado.Luego del hallazgo decidieron investigar más a fondo, a lo cual se abocaron una década, y este proceso finalmente se condensó en el libro El mezcal es una bebida prehispánica, de los arqueólogos Jesús Carlos Lazcano Arce y Mari Carmen Serra Puche.